«Nosotros como hijos de Dios no pertenecemos al sistema de este mundo, nosotros estamos gobernados por el sistema celestial, ya que al momento que nosotros aceptamos a Jesús como Señor y Rey de nuestra vida, estamos recibiendo la ciudadanía del Reino de Dios, el cual nos salva de la condenación eterna y además del sistema corrompido y pecaminosos que vive este mundo».
Colosenses 3:20-23
Jesús nos sumerge en el sistema del Reino de Dios, donde los principios y leyes, así como también el estilo de vivir es sobrenatural, ya que ahí se vive por fe, y la constitución, la carta magna de ese sistema es la Biblia, a nosotros ya no nos rigen las leyes, la lógica, las reglas de este mundo terrenal; a los hijos de Dios nos rige las reglas, leyes, la lógica, las reglas del Sistema celestial y/o espiritual; un sistema por excelencia, ya que ahí no hay injusticia, corrupción, y en donde su base es el AMOR.
Ser parte del sistema sobrenatural.
Somos parte de este Sistema cuando aceptamos a Jesús en nuestros corazones, ya que nos convertimos en ciudadanos del cielo. Para ilustrarlo mejor menciono un ejemplo: cuando una persona se vuelve ciudadano de Estados Unidos, hace un juramento a obedecer las leyes de ese país, y tiene diferentes derechos y deberes a los que tenia en su pais natal; así sucede en el caso cuando aceptamos a Jesús, nos convertimos en ciudadanos del cielo, rigiendo nuestra vida con los principios y leyes del Reino de Dios, adquiriendo otros deberes y derechos que a diferencia de cualquier sistema terrenal, el sistema celestial nos regirá tanto aquí en la tierra como en la eternidad.
Entonces si somos ciudadanos del Reino de Dios, nos convierte también en embajadores de ese Reino, y como embajadores debemos de anunciar y establecer el sistema del Reino de Dios en el mundo, a través de la implementación de los principios y Leyes que rigen el Gobierno de Dios.
Esas reglas para poder cumplir tenemos que hacerlo por medio de la fe, esto es lo que nos mueve en el Sistema Celestial o Espiritual, pero la mayoría de cristianos desconocen lo que sucede realmente cuando aceptan al Señor Jesús, perdiéndose así los beneficios que tienen al estar en el sistema del Reino de Dios, por lo que siguen viviendo así como lo demanda el Sistema terrenal con sus preceptos y forma de pensar, viviendo una vida mediocre tanto espiritualmente como materialmente ya que todos lo sistemas terrenales son corruptos.
Aceptar al señor Jesucristo y sus consecuencias.
Pero que pasa con las personas que han aceptado al Señor Jesús y no viven las reglas y leyes y estilo de vida de la nueva ciudadanía, obviamente no tendrán los beneficios o privilegios que esta ofrece. Continuando con el ejemplo de la persona que se vuelve ciudadano de Estados Unidos puede adquirir la ciudadana de ese pais, pero si su vida no se rige por las leyes de ese país, no gozara de los diferentes beneficios que el sistema de ese país ofrece y vivirá una vida miserable y mediocre igual que como vivía en su país.
Hay que sumergirnos totalmente en el Sistema del Reino de Dios, para que gocemos de las leyes del nuevo sistema para tener una vida plena tanto aquí en este mundo como allá en la eternidad, porque la vida de un hijo de Dios es integral, prospera y feliz, tanto en la eternidad, como aquí en la tierra; un embajador lleva consigo la cultura de su nación al pais donde esta asignado como embajador, porque es es su misión, dar a conocer la cultura de la nación que él representa.
Así tenemos que ser nosotros como embajadores del Reino de Dios según nos dice 2 Corintios 5:20 , influir con la cultura del Reino de Dios en la naciones donde vivimos, en el entorno donde estudiamos y trabajamos.
Esto nos lleva a pensar que la persona al entrar en el Sistema Espiritual, y no vive conforme a ese sistema desperdicia una gran oportunidad, ya que pudiendo tener un vida de prosperidad y bienestar no lo hace.
En conclusión, tenemos dos nacionalidades la terrenal (que es donde nacemos) y la nacionalidad espiritual (que es cuando nacemos espiritualmente), que en este caso es en el Reino de Dios, pero la nacionalidad espiritual esta sobre la terrenal, por lo que nuestro estilo de vida, debe de basarse en los principios y la cultura del Reino, estableciéndolo en el mundo donde vivimos aquí en la tierra.